Hará unos siete años, me compré una vivienda de dos dormitorios, con un
baño, terraza y fantasma. Sí. Y no se trataba de un antiguo caserón, con
torreones y armaduras; ni de una urbanización edificada sobre un cementerio.
No. El fantasma venía ya incluido en la memoria de calidades. Al menos algo
parecido creía yo. Y me enteré de que existía… hace bien poquito: después de
siete años conviviendo con él.
Os voy a contar cómo sucedió esta… bonita historia:
“Una tarde por la tarde, le dije a un amigo... bueno... al único amigo
que tenía… vale, a uno que trabajaba en mi departamento y con el que había
intercambiado un par de frases en la fotocopiadora…, que le invitaba a cenar.
El primer indicio de que algo no iba bien lo tuve al ver su reacción.
-Pero... ¿en tu casa?-Me preguntó.
-Claro. No querrás que te lleve a un restaurante ¿no? Nuestra relación
aún no ha llegado a ese punto-Eso era algo más que obvio.
-¡Hombre! Lo digo porque es la primera vez...-Aclaró.
-¿La primera vez… que irías a un restaurante?-Ay pobre… qué lástima me
dio.
-No. La primera vez… que invitas a alguien a tu casa-Contestó como si
fuese algo raro.
-Pues... lo normal ¿no? Ya han pasado siete años-La verdad era que no
entendía lo que me quería decir.
-¡¿Has estado siete años de luto?!-Me preguntó sorprendido, extrañado, estupefacto
y desconcertado. Todo a la vez.
-Yo no. ¿Por qué? ¿Quién se ha muerto?-Estaba empezando a creer que este
chico era muy raro.
-¡Yo que sé! ¡Eres tú el que ha estado siete años... aislado del mundo!-Chilló
un poco nervioso.
-No, hombre. Pero eso ha sido por el piso-Sonreí.
-¿Por el piso? ¿Estaba sin arreglar, o qué?-¿Por qué me preguntaba esas
cosas?
-¿Cómo va a estar sin arreglar? Si es nuevo-Estaba empezando a sentir
que mi “amigo” tenía un retraso o algo por el estilo porque no me parecía
normal tener que explicarle las cosas como si fuese un niño de siete años.
-Mira, déjalo, porque no entiendo nada-Menos mal que se dio por vencido…-Al
menos tendrás algo de cena ¿no?
-¡Qué preguntas más raras me haces! Pues claro. Siempre "hay"
cena-A mí estaba empezando a sacarme de mis casillas. Y eso que no sé jugar al
ajedrez.

-¡No!-contesté chirriando los dientes-Simplemente la cena está y punto.
-Sí, pero estará porque "alguien" hará que esté-Dijo
puntualizando cada palabra.
-Pero... ¡¿tú en qué mundo vives,
chaval?!-Ya me tenía más que harto-Vamos a ver… Está igual que está el aire
para que respiremos... o... la ropa limpia y planchada cada mañana... o... la
lluvia para que crezcan las plantas...
-...¡Venga, hombre! No me vaciles. Confiesa: te lo hace tu madre, ¿a que
sí?-Y el tío seguía erre que erre.
-¡Que no! Que mi madre vive en Asturias-A ver… ¿por qué tenía yo que
revelar información confidencial sobre mi familia?-Además… que lleva años
intentando cruzarse con "La Güestia" para ver si la reclutan.
-¿La qué…?-No sé si preguntó por desconocimiento o sordera.
-¡Ah! Nada-Y yo vi una oportunidad para hacerme el entendido delante de él.
Que tampoco sé muy bien para qué, porque a mí, este chico, no me interesaba
para nada-Pues es una procesión nocturna de almas en pena que vagan por el
purgatorio. Cuentan que salen del cementerio con cirios y velas y que, a quien
tiene la mala suerte de cruzarse con ellos, les depara la muerte.
-¿Y tu madre quiere encontrarse con ellos?-Y, oye… me gustó que se
interesase por las aficiones de mi madre.
-Sí. Dice que ha llegado a un punto de su vida en el que necesita un
cambio-La pobre… había probado ya de todo: yoga, tai chi, bungee jumping…
-Sí. De estado. Mira que sois raritos en tu familia-Esta frase no la
entendí muy bien…-Vale. Pues... volviendo a lo de la cena…yo qué sé... te la
preparará tu hermana o tu novia ¿no?
-Soy hijo único y… ¡ya quisiera yo tener novia!-¡Y no sería porque no lo
había intentado! Bueno sí… a lo mejor era por eso-¡Y deja ya de decir tonterías!
Ya sabes que todo esto venía con la casa, como la cocina amueblada.
-A ver, a ver…¡¿Cómo?!-Y empezó a hacer tantos aspavientos con las manos
que pensé que nos habíamos topado con un nido de avispas.
-Pues como todas las casas:-de nuevo me tocó explicárselo-…la comida en
la mesa; la cama hecha; el baño limpio…; a veces, incluso, me encuentro un
bocadillo envuelto en papel de aluminio como el que llevábamos al cole, aunque
no todos los días…. debe ser por un fallo del sistema… Tu casa ¿no es así?
-¡¡No!! ¡¡Ninguna casa es…”así!!”-El sombrerero loco a su lado, parecería
Bárbol de “El Señor de los anillos”-Mira, creo que lo que está pasando en tu
casa tiene una explicación mucho más lógica que las chorradas que me estás
contando.-Menos mal… parecía que por fin se calmaba…
-¿Ah sí? A ver, listillo... -Pero yo no.
-Pues... que en tu casa hay un fantasma.-Soltó tan fresco.
Y, hasta la próxima entrada, y sea el día que sea... ¡¡Feliz Fin de Semana!!