sábado, 17 de febrero de 2018

SAN VALENTÍN... CON CARÁCTER RETROACTIVO


¡Atención! El día de San Valentín se acerca… ¡menos mal que no tengo que gastar dinero porque estoy soltero! (Famoso lema del 13 de febrero). Seguro que estáis pensando que estar solter@ en esta fecha no debe ser muy agradable. Estáis equivocados, ya que es más fácil y más barato sobrevivir a este día… (una caja de pizza, helado y Netflix) que tener que planear un evento súper romántico y delicado from scratch, lo cual además, requeriría de altas dosis de: DINERO, tiempo y creatividad …tres lujos que no todo el mundo puede costearse .
San Valentín es el día más estresante y frustrante para los hombres desde el comienzo de la Humanidad… es ese día tan temido por las parejas que tienden a olvidarse de las fechas señaladas con resultados ciertamente dramáticos. Es un día que te recuerda los cuestionables gustos de tu pareja a la hora de pedir u ofrecer regalos… es un día en el que... dicen... se hacen regalos a la persona amada... Yo ya le he mandado su regalo a Brad Pitt… ¡a ver si este año me contesta él y no sus abogados!
El mes del amor ha llegado… los enamorados se encuentran en ese estado de tontería suprema provocado por una hormona que segrega nuestro organismo y que desaparece al segundo año de matrimonio. Y mientras unos comienzan a buscar el regalo ideal para sus parejas, otros (normalmente los solteros) repudian el alto grado de mercadotecnia y consumismo que ocasiona tal fecha.
San Valentín es una celebración que debe su nacimiento y su éxito a las marcas y a los esfuerzos comerciales. Si se celebra en todo el mundo... si es un día de hacer muchos regalos y de demostrar, billetera mediante, el gran amor que se siente por el otro, es por culpa de las marcas, los grandes almacenes y una buena estrategia de marketing.
En España no se celebró hasta los años 40, cuando Galerías Preciados se encargó de importarla y con ella llegarían gastos y más gastos en flores, bombones, peluches, tarjetas que son una mina de despropósitos y, en realidad, cualquier cosa de color rojo, con muchos corazones y que proclame, de alguna manera, el amor eterno.
Así que el Efecto Pisuerga… les sirve prácticamente a todas las compañías para hacer su agosto. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid…, resulta que cada español acaba gastando una media de 40 Euros en regalos para este día que, multiplicados por el número de españoles… estamos gastando… ¡una pasta! Eso sin contar que las reservas en restaurantes aumentan un 75% y el gasto de productos como, por ejemplo, las flores, se dispara.
El hecho de regalar cosas a un ser amado puede parecer un acto nacido del corazón y del puro altruismo, pero realmente no es así. Está científicamente demostrado que, para los hombres, el principal motivo que les lleva a realizar un regalo es… la obligación. Y, además, con diferencia.
El mismo estudio mencionado anteriormente señala que el 25% de los hombres espera algo a cambio del regalo. El 89% de los que compran prendas de lencería, de hecho, piensan en ellos mismos. "Vaya vaya… ¡qué sorpresa! ¿no?"... 
Y ya que estamos con estadísticas… el 53% de las mujeres dejarían a sus novios si no les regalaran nada este día y el 38% de los hombres han pensado en terminar una relación con el fin de no lidiar con el problema de elegir el regalo “perfecto” para sus parejas. Todo esto para acabar regalando… ¡¡osos de peluche!! ¿Realmente es obligatorio comprar esto?... Parece ser que sí porque… reconozcámoslo, sin este tipo de obsequios, el día de San Valentín se convertiría en otro día más, otro día como... el día de la madre, o el del padre, o el del trabajador o...
La cuestión es: ¿cuánto dinero estamos dispuestos a gastarnos en esos regalos? Por si aún no os habéis dado cuenta, el regalo hace la función de tarjeta de visita personal… tiene un componente de vanidad… en realidad quiere decir: “¡Eh… mira!... Así de fantástico soy yo y así de genial es mi regalo”. 
San Valentín es un atentado contra la filosofía de los pequeños detalles de la vida. Atravesar las 24 horas del día de los enamorados supone cruzar una especie de pequeño Las Vegas en el que un montón de carteles enormes y luminosos te… “animan a paladear el amor a tu ritmo, libremente y tal y como quieres” ¡Ja!
¿No lo he dicho ya? El día de los enamorados tiene un efecto “sábado por la noche”: la presión social hace que quedarse en casa sin hacer nada resulte deprimente (y ya sabemos que estar en casa con los ánimos bajos supone una ruta directa hacia la nevera).
Así que… tanto si eres de los que lo aborrecen, como de los que se cagan en Cupido cada vez que llega esta época del año ya que, por su culpa quedas mal con tu pareja, o de aquellos que lo celebran por todo lo alto con su enamorad@... Seas del bando que seas…esto te interesa: Te voy a decir cuales son los regalos que NO debes hacer (jamás de los jamases):
Una caja de bombones con forma de corazón.

No tengo palabras para describir esta horterada. Sí, puede que los bombones sean un clásico en esta fecha tan señalada, pero las ñoñerías y las cursilerías mejor dejarlas a un lado.
Los ositos XXL o los ositos de peluche con corazones. (¿No había quedado claro ya?)
¡Escúchame!... que vas a hacer un regalo a tu novi@, no a una niña de cuatro años. Así que, ve olvidándote de ese oso de peluche que viste en la tienda de la esquina y que decía ‘te quiero’ si le apretabas las orejas. Este regalo sólo puede significar una cosa entre los dos: el fin de vuestra relación tarde o temprano. Yo ya te he avisado.
Globos con forma de corazón.
Sí, con los globos sucede lo mismo que con los peluches. Y si además contienen el típico mensaje de ‘love is in the air’ o ‘eres el amor de mi vida’… date por muert@.
Cena en restaurantes eróticos.

Ni se te ocurra llevar a tu pareja a cenar a un restaurante con comida erótica porque se arrepentirá de haberte conocido. Pueden ser divertidos para celebrar despedidas de solter@s pero para cenar en pareja, NUNCA. Si acaso, eso en la intimidad y, por favor... sin que los demás nos enteremos.
La lencería de “los chinos”.

Regalar lencería no está mal, pero que nada mal, ¡pero ojo! Ten cuidado a ver dónde la compras. Yo sólo te pido un mínimo de decencia y es que ni se te ocurra bajar al chino del barrio a por ella porque te haya pillado el toro. Recuerda que los pompones, los brillos, el encaje de colores intensos y la purpurina no nos gustan a las mujeres, al igual que los “gayumbos”… deberían ser siempre… medianamente cómodos.
El perfume de tu madre/padre.

Si estáis en esa fase en la que todavía os estáis conociendo y no sabes muy bien cuál es el perfume que usa, no intentes acertar regalándole el de tu madre/padre. Saldréis perjudicados los dos.

Y hasta aquí el listado de regalos que NO DEBES hacer por San Valentín. Así que, si tenías pensado sorprenderle con algo de esta lista, te acabo de salvar el culo… para el 2019, digo. Casi es preferible que optes por las típicas flores o recurras a una escapada romántica.

Para los que lo dejan todo para última hora, la compra por Internet es la opción perfecta ya que, con un solo click pueden encontrar un regalo más o menos decente con el que no pretenden... ¡para nada!... quedar bien, si no aprovecharse del descuento que se les ofrece y del envío gratuito a casa. Debe ser que el romanticismo on line se limita a Tinder.
San Valentín... Para unos… es el día de los enamorados; para otros… el día del amor y la amistad; y para muchos… la señal de que falta poco para otra temporada de “Juego de tronos”

En suma, puede decirse que el día de San Valentín es, como el resto de días del año, un momento en nuestras vidas que hemos de aprender a no tomarnos demasiado en serio. 

Y, hasta la próxima entrada y sea el día que sea... ¡¡¡Feliz Fin de Semana!!!